generación XXX

Será que estamos tan avergonzados por la poca atención que le damos a nuestros hijos que hemos aprendido a agachar la cabeza, echarle la culpa a los demás y aplaudir las iniciativas de la guerra contra el narco a través del ejercito (en desventaja de armamento y posición) y ahora con el famoso plan Merida (las ganancias del narco son por lo menos 21 veces mayor al apoyo economico ofrecido por el Sr. George W. Bush) en lugar de tomar nuestra responsabilidad como sociedad productora de hombres de negocios dudosos, policias corruptos, narcos y consumidores, politicos sin moral y comunicadores vendidos al mejor postor . Así el gobierno se lava las manos, igual que los empresarios que lavan el dinero del narco, porque es incomprensible que tanto dinero circule libremente en nuestro querido país y los hombres de negocio sigan caminando tan tranquilos, sin ninguna investigación y promoviendo comerciales contra la corrupción: "llamalos por su nombre". Y cuál sera el nombre para llamar a José Luis Barraza, ex-presidente de este organismo, ariete de la campaña negra contra la oposición el pasado 2006 y flamante dueño de Aeroméxico, transacción realizada entre empresas rescatadas por el FOBAPROA. El apodo le quedara al hijo desobediente, cuando de muchas mentiras que los medios se han encargado de difundir para enaltecer su imagen construyéndole una personalidad que no tiene, salga alguna verdad y se atreva a investigar a todos esos ricos y poderosos que coquetean con el narco y pagan sus vacaciones del bolsillo de nuestros hijos adictos. Se necesita inverter en el sector salud, en las escuelas y parques, todo aquello que sirva como contraparte de las drogas y no la siembra de militares por las calles buscando narcos de poca monta y decomisos insignificantes. Queremos combatir la violencia con más violencia, cuando sabemos que es una guerra perdida, porque seguimos construyendo generaciones débiles, que aprenden trucos viejos mientras en la television un puñado de comunicadores aplauden los movimientos politicos de los partidos y celebran las jugadas desde la silla presidencial, aceptando esta basura de los partidos bajo la frase de que "esa es la forma de hacer politica", claro, con la excepción de que toquen sus intereses porque ahi si lanzan ofensivas contra senadores y diputados y terminan reclamando a los partidos politicos diciendo que nadie cree en ellos. El problema es que seguimos aceptando que nos marquen las reglas del juego. Nos enseñan que con educación, una moral solida, motivación y ganas de triunfar vamos a conseguir nuestros objetivos y mientras vemos como aquel que es menos calificado que uno pero mas entrenado en el arte de la corrupción y los lazos con los poderosos termina siendo el rico numero uno (ahora desbancado por un hindú quedandose con el terrible Segundo lugar) o consigue los permisos de uso de suelo, o contratos millonarios con el gobierno, o que con dinero del pueblo se salven las deudas de su banco y nosotros vamos a pedirle prestado a ese banquero para que llegue el día en que cansados de tanto "echarle ganas" nos embarguen por las deudas pendientes. Seguimos viviendo en ese cuento de la ilusión donde muchos seguimos creyendo que para alcanzar el exito solo basta con seguir los pasos de superación personal de Miguel Angel Cornejo y que existe un futuro para nuestros hijos allá afuera, en la educación viciada por Elba Esther y en las oportunidades de empleo lanzadas por el presidente del empleo, mientras callamos nuestras conciencias viendo el televisor, esperando que los diputados eduquen a nuestros hijos, entregando nuestro voto al que nos parece al indicado, pensando que con ello cumplimos la tarea de formar a la nueva generación X.