Los sindicatos

Cuando alguien señala que estamos en un error o que debe revisarse nuestra conducta lo correcto sería defender esta postura y escuchar las criticas para analizar los beneficios del cambio. En México, una practica común es agraviar a quienes se pronuncian en contra de nuestros intereses. Los medios electrónicos de inmediato levantaron la voz criticando duramente al senado a través de sus comunicadores ante la reforma electoral usando como excusa la libertad de expresión, incluso TV Azteca utilizó un anuncio del senado para atacarlos promulgándose como defensores de los televidentes: "Nosotros sí estamos contigo". Ahora que los diputados del PAN presentaron la iniciativa de reforma para transparentar los sindicatos del país, estos, en un acto defensivo, tipico de la bajeza politica y la pobreza de los dirigentes sindicales, lo ven como "una agresión, una declaración de guerra" y exigen que "ahí está Vicente Fox. Que sean ellos los que nos aclaren a dónde van los recursos", Entonces, si soy ladrón de supermercado primero que agarren al que asalta bancos. Para nadie es un secreto que los sindicatos han traído resultados funestos para la sociedad, en especial uno que nos afecta más allá de nuestras creencias politicas, religiosas o culturales, el sindicato de Elba Esther Gordillo, pues este nos pega en lo más querido: nuestros hijos y su educación. No sirve de mucho que nos esforcemos por ayudarlos en la tarea luego del trabajo y asistir a juntas cada día si luego los maestros faltan una semana porque andan de gira tumbando candidatos de la mano de la maestra. Por supuesto los sindicatos prefirieron atacar a los diputados (que nunca funcionaron pero hasta ahora se les exhibe con tanta fiereza) que hablar en su favor, porque en este caso estarían frente al microfono durante horas en un largo silencio.