Arzobispo, PAN y vino

El arzobispo primero, digo primado de México, Norberto Rivera Carrera, exigió al presidente Calderón protección para él y su familia luego de que fue agredido junto a su madre el domingo pasado argumentado complicidad por parte de la policia capitalina. "No podemos vivir en la Catedral de México con esa zozobra que si hoy me pegan o mañana me balean, yo no puedo vivir con esa zozobra". Es cierto, Norberto Rivera no puede vivir así, como los pobres pendejos que sí tenemos que vivir con la zozobra de que nos peguen o nos baleen. Si el gobierno capitalino no acude de inmediato al servicio de la iglesia se recurre a exigirle a Monseñor Calderón que haga pagar sus culpas a los agresores y ponga vigilancia las 24 horas para que nadie le toque un pelo al arzobispo. No importa que la iglesia sea complice de pederastas y que cada fin de semana acuda a los bautizos y fiestas de los grandes narcos mexicanos, que mantienen en "zozobra" a unos cuantos (o más bien a unos muchos) pegándoles y baleándolos. El Cardenal responsabiliza de este atentado al PRD y a los lideres de la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales de Sacerdotes (SNAP por sus siglas en inglés) "de esta agresión física y de las futuras agresiones que llegaran a realizar contra Norberto Rivera y demás religiosos" ya que ellos "han implementado campañas de odio contra todos los sacerdotes". Claro que no menciona como responsables de ese mismo odio a todos los sacerdotes pederastas y la protección que se les dio, a la iglesia cómplice de alimentar la fé de la sociedad para que esta no se levante y exiga todos sus derechos reprimidos. Su madre soledad Carrera, "se vio afectada en todos los sentidos", asegura Rivera Carrera, claro, como millones de madres mexicanas se han visto afectadas en esa complicidad Iglesia-Estado que ha dejado que los gobiernos hagan y trapeen con los individuos y sus garantías individuales. Si la gente quedó muy indignada con Fox y su riqueza, hay que ver como el Arzobispo exhibe su riqueza de poder para demander al estado lo que los demas no podemos: seguridad para nosotros y nuestra familia. El mensaje es muy claro: "ustede pobres tontos sigan aguantando de todo, contra todo y por todos lados, que yo, Norberto Rivera, seguiré aquí para enaltecer su espiritú cada domingo, gracias a la protección del estado".