Thursday, November 08, 2007

Cerca de la revolución

Jorge Ibargüengoitia relata de forma precisa en "Los relámpagos de Agosto" el fracaso de la revolución Mexicana por medio de sus generales, que atareados en imponer sus ideales, comenzaron a atacarse tan pronto triunfó el levantamiento al derrocar al presidente Díaz. Las similitudes de aquellos días con el presente son notables. Porfirio Díaz había creado un modelo económico que estabilizo al país y mejoro su crecimiento, con la particularidad que solo los ricos podían disfrutar plenamente de los avances. Pocos ricos y muchos pobres que por necesidad pedían fiado en las famosas tiendas de raya, igual que hoy se acude a los bancos y ante la imposibilidad de saldar las deudas su lugar ha sido tomado por las casas de préstamos y empeños. Madero inició una rebelión luego de su exilio en Estados Unidos ante la indecisión de Díaz por abandonar el poder, logrando finalmente vencerlo tomando las riendas. Aquí viene el primer pleito por el poder luego de la dictadura, Zapata inconforme por el modelo de gobierno de Madero al cual le recriminaba su lento proceder en la repartición de las tierras a los campesinos, intenta derrotarlo siendo superado por Victoriano Huerta, que un tiempo después, ayudado por el gobierno norteamericano traiciona a Madero y lo fusila instalándose como presidente espurio, tal como el gobierno actual de Calderón. Desconociendo a Huerta se levantó en armas una resistencia formada por Carranza, Álvaro Obregón, Zapata y Villa, algo así como la resistencia civil pacifica que tomó las calles del Zócalo proclamándose AMLO presidente legítimo, gobierno limitado que a diferencia del movimiento de 1910, no puede brindar ayuda a sus "gobernados", exhibido ahora durante la tragedia de Tabasco pues ni el gabinete ni el presidente del gobierno legítimo han ofrecido solución a los damnificados. Huerta fue destituido pero ni Zapata ni Villa estuvieron de acuerdo en que gobernara Carranza, así que sobrevino otro pleito por el poder, comenzando con victorias por parte de los primeros pero finalizando con la derrota tras la estrategia de Obregón, eliminando al ingenuo Zapata y Villa, el "temible bandido" que prefirió rendirse en lugar de morir peleando, firmando un contrato de paz para luego ser asesinado en su hacienda en Chihuahua. Carranza no obtuvo apoyo para su candidatura cuatro años después y fue removido por Obregón, quien antes fuera su ayudante, siendo elegido presidente en las elecciones. Ese fue el colapso de la revolución, un movimiento que terminó sin representar los intereses del pueblo hasta el día de hoy, a pesar de que sigamos celebrándolo. El dedazo fue implementado desde esta fecha, pues Elías Calles, favorito de Obregón, fue nombrado presidente, ante la inconformidad de la oposición y un levantamiento militar que fue aplazado y modificado el ejército en su disciplina para evitar futuros rebeliones. La sucesión presidencial siguió dándose de este modo, presidentes impuestos por Plutarco Elías Calles que seguía gobernando como "jefe máximo" hasta la llegada de Lázaro Cárdenas que lo expulsó del país. La sucesión de partidos también surgió de esta forma el PRI y su opositor el PAN, impulsado siempre por la iglesia católica, que rebelde al apego de la Constitución que hoy también pretenden modificar, originaron la sangrienta lucha cristera, llevando el pueblo la peor parte entre el conflicto de gobierno-Iglesia, algo como lo que recientemente pretendían hacer los altos mandos católicos al llamar a la desobediencia civil en el caso del aborto en el DF. 97 años después de la rebelión, los campesinos siguen sin ser dueños de sus tierras, obligados a sembrar droga ante la incapacidad del gobierno para otorgar condiciones a los sembradores, los sueldos continúan muy por debajo de las necesidades, seguimos pidiendo fiado, contamos con el rico número uno a nivel mundial y millones de pobres, zonas marginadas, educación mediocre y un crecimiento económico limitado. Si realmente hubiera triunfado la revolución, los indígenas entrarían a cualquier restaurante sin ser discriminados, no serían extorsionados en sus comunidades, tendrían verdaderos derechos, no como los fingidos por Xochitl Galvez, la palera consentida de Fox, que tantas veces se bajo para lustrarle las botas con la lengua. La repartición de riqueza se sigue haciendo desde las altas esferas, dominada ahora por empresarios nobles que compran aerolíneas de bajo costo, terrenos devaluados para aumentar su valor y son recompensados por medio de contratos jugosos derivados del petróleo. Si realizaran una segunda vuelta el 20 de noviembre, seguramente no obtendrían ni la mitad de los votos conseguidos en 2006 tanto Calderón como López Obrador. El primero ha sido incapaz de mantener esa popularidad ficticia que fueron creándole los medios electrónicos junto con encuestadoras que ubicaron su aceptación en un 80%, desmentidos en repetidas presentaciones públicas donde ha sido recriminado como presidente espurio. El segundo, se mantiene de un partido fragmentado, sin aceptar a aquellos que no coinciden con sus ideales, movido por intereses propios y limitado a un gobierno legítimo sin fuerza de acción, una simple pantalla para mantenerse vigente. La historia se repite como una transición natural, luego de la revolución viene la calma, nos estancamos diciendo que tenemos paz, tranquilidad, libertad de expresión y un bonito desfile cada veinte de noviembre donde vestimos a nuestros hijos de los héroes de la patria, aunque muchos de ellos fueron traidores y la mayoría contribuyó para construir el México débil a merced de los poderosos, limitado y en lugar de crear puentes para continuar los beneficios establecidos agregándoles innovaciones, destruyeron todo a su paso, enfrentando a aquellos que los ayudaron a triunfar, una revuelta donde los más listos se apoderaron de un nuevo modelo de nación mientras la gran mayoría continua sumida en la pobreza aún cuando nos quieren envolver con el cuento de que existen diferencias entre pobreza y pobreza extrema, así que debemos dar gracias por tener para comer y no andar soñando con ir a los cines VIP o a comer donde acuden regularmente los miembros supremos de la Iglesia, legisladores, gobernantes, empresarios, narcos y uno que otro renegado que se pregunta por qué no puedo ser del Jet-Set?

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