Monday, October 09, 2006

reasons

He pensado en varias ocasiones venderle mi alma al Diablo pero siempre he desistido porque no creo que el Diablo siendo Diablo quiera ofrecer algo por mi alma que seguramente ya está condenada desde hace mucho y me sigo conformando como muchos ilusos con esa esperanza que nos han inculcado llamada cielo. Y entonces si el cielo y el infierno existen, el purgatorio debe ser el lugar de trabajo de cada persona. En ninguna otra parte, ni en la casa, ni cuando viajas, ni siquiera en las marchas o en las reuniones de escritores puedes encontrar gente más chafa. Bueno probablemente en una reunión de escritores si pero como nunca he estado en una no me consta. En la mañana enciendo mi computadora, casi me duermo frente al teclado arrullado por esa suave brisa de estupideces que comienzan desde las siete y media que da inicio la jornada laboral. En esta ocasión quiero comentar únicamente, ya que como muestra basta un botón, de las cinco razones más absurdas que algunos de mis compañeros han dado para llegar tarde, para salirse de el trabajo e incluso para llegar temprano:
5. Llegué tarde porque me quede dormida, es que ayer me acosté muy temprano.
4. Llegué temprano (una hora antes) porque se me descompuso el carro.
3. Llegué tarde porque tenía un billete de 200 pesos y fui a la gasolinera no me quisieron cambiar, fui al Bip-Bip y tampoco quisieron darme cambio así que pensé que el camion tampoco iba a querer cambiarme y me devolví a la casa.
2. Me fui temprano porque en mi casa se fue la luz. (y vivo solo)
El mismo tipo que se fue temprano porque se fue la luz en su casa, llegó al día siguiente tarde al trabajo, un día que se inundó la ciudad y todos llegamos tarde debido a la lluvia, él llegó tarde porque su despertador no sonó porque no había luz en su casa.