2008 reloaded

Irónicamente, todos mis compañeros de trabajo que se la pasan comentando cada semana acerca de sus fiestas inagotables, pachangas apocalipticas y presumen de tener un estilo de vida social ocupado en repartir con los amigos sus mejores dones, el año Nuevo, que supuse se entregarían a una fiesta desenfrenada y alocada en donde el sexo, las drogas y el alcohol serían ingredientes básicos, se fueron a dormir temprano o en el mayor de los casos en las primeras horas de la madrugada. Por mi parte, Diana y yo estuvimos conviviendo con su familia (tíos, primos y amigos) hasta las 7 de la mañana, luego de bailar, comer delicioso y beber en exceso. Toda esa gente que diariamente dicen acerca de sus amigos "Rudy", "La nena", etc, terminaron solos el año, lejos de esa familia y amigos que tanto presumen, ni siquiera inmersos en la mediocridad del consumismo (mucho hablan de comprar MP3, celulares, zapatos, pero nada compran, pueros sueños guajiros del mexicano que ni clasemedia es pero se cree). Este año seguramente no me traerá nada diferente, lo cual no es bueno pero tampoco desagradable. Mientras siga habiendo cerveza, libros y estrenen la séptima temporada de "The Shield" mis desprositos serán cumplidos al pie de la letra.