Wednesday, December 13, 2006

NAVIDAD

A quién se le Habrá ocurrido la idea de los pinos en Navidad? Si uno mira precavidamente la puesta en escena del tradicional "pinito" puede descubrirse diferentes inconsistencies en esta tradición universal que no despierta otra cosa más que temor y desconcierto. Un arbolito de navidad (el pino) ni siquiera es una planta con raíz sembrada en una maceta que sirve como decoración de las terrazas y habitaciones, es simplemente un pedazo de árbol cortado por el tronco y depositado arbitrariamente en la sala. No tiene ningún sentido práctico porque los regalos se depositan debajo asi que de igual forman podrían depositarse encima de una mesa, abajo de la cama o en repisas. Miré detenidamente cada objeto de la casa y todos tienen un proposito, incluso los animales dentro del hogar y los niños (que son menos útiles). El árbol de navidad es un objeto extraño, totalmente ajeno a la descripción de una casa, el ser humano ha ido preocupándose por tener comodidad dentro del hogar y por ello ha inventado el horno de microhondas, el sillón reclinable, la lavadora, la secadora, el tostador y la silla con portavasos de S-mart y el pinito rompe con toda esta estructura, es obsoleto e inútil, no combina con ninguna pieza de la casa y encima de todo termina cubierto con esferas, nieve artificial, un chingo de foquitos que se prenden y apagan, rollos verde y rojo, bastoncitos blanqui-rojos y una gran estrella en la punta. Al final del año no sabemos ni que chingados hacer con el mendigo pinito y no conformes con irnos jodiendo a la naturaleza cortando pinchis arbolitos ridiculos terminamos dejándolos en cualquier lado ensuciando la ciudad con nuestra porquería navideña. El árbol desde luego fue testigo de las felices fiestas que inmediatamente de que pasan nos dejan un hueco en el alma y en el bolsillo, y ahora que hacemos? De donde sacamos para pagar lo que pedimos prestado, lo que seguimos debiendo a pesar del Nuevo año? Pero eso no es lo peor de todas formas siempre andamos sin dinero con navidad o sin ella lo gacho está en tener que portarse amable con los conocidos, con los tíos que uno nunca ve con los primos que son unos pesados y mamilas, con las personas del trabajo que no les decimos buenos días ninguno de los 365 días del año (excepto la navidad) y luego los regalos que uno nunca sabe que regalar y terminas dando lo que menos quieren y viceversa, te regalan lo más chafa. En el trabajo terminamos arreglando el lugar de otro pero no somos capaces de facilitarle la forma de hacer la chamba, todo el año somos bien culeros y esos días hasta el abrazo damos y luego ni siquiera se lo damos a una vieja buena sino a un picnhe gordo tarado que nos cae en los huevos. La empresa nos trata como pendejos todo el año y llegan esos días, hacen un concurso de villancicos y a todos los pinches ignorantes de nosotros se nos olvida todo hasta que no nos paguen y damos rienda suelta a la cursilería cantando "el niño del tambor" o "rodolfo el reno" y todo por un boleto para ir a comer al wendy’s: un lugar donde comemos todas las pinches semanas. En fín que junto a toda la pesadez de las posadas y la navidad seguimos cargando cada año con nuestro pesado arbolito de navidad, que deshechamos en enero y comenzamos a buscarlo en principios de diciembre.

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